Cápsulas de Innovación (III): Sigo sin verlo claro

Ya llevo dos cápsulas sobre las reflexiones de la Innovación y creo que en esta tercera, y antes de empezar con las cápsulas referidas a como se puede hacer eso, es mejor recapitular algunos pequeños conceptos que han aparecido para que no nos dispersemos, que es justo lo que quiero evitar: diferenciar las tres partes esenciales el qué, el por qué y el cómo.

Creo que es bueno hacer este pequeño “receso” aunque no lleve mucho escrito más que nada para que esta serie de post no acabe siendo lo primero que dije, que cuando se habla de la innovación todo el mundo habla de las metodologías, es decir, de cómo hacerlo y casi nadie habla de para que y porque, convirtiendo todos los foros (cibernéticos y físicos) en una especie de subasta donde los vendedores ofrecen su mercancía y los compradores pelean por obtener el mejor precio. Y de paso ponemos en medio a la administración para que nutra con fondos ese espacio con fondos y fondos de no se cuantas líneas y de no se cuantos ministerios.

Así que este es mi punto y aparte para hacer que eso no pase (o al menos voy a poner todo mi empeño en ello) en este foro y permitir que este post sea un poco el faro que nos tiene que guiar para no ir hacia esos arrecifes de subasta que he dicho en el párrafo anterior.

Decía que innovar es hacer algo novedoso en el ámbito del producto, el mercado, la producción o la organización. Y ahora quiero enfatizar algo que pasé de puntillas en el primer post. Tan solo hacer algo novedoso no sirve, su puesta a disposición y la consiguiente supervivencia de esa innovación es lo que marca la diferencia entre innovar e idear.

Idear es la puesta a disposición del concepto, innovar es hacer que la idea perdure en el tiempo para aquello que ha sido concebida y por lo tanto lleva implícita una aceptación por parte del grupo que está implicado en su innovación (todos los actores no solo los “clientes”). Por lo tanto es importante que siempre tengamos en cuenta que al final del proceso de innovación hay una aceptación y que esa aceptación se produce al cabo de un tiempo.

Es necesario el proceso de ideación, pero por si solo no produce innovación, hay que acompañarlo de más cosas, de más tiempo y sobre todo de más actores.

Por otro lado en el segundo post, venia a decir como un concepto muy global que la innovación se justifica como la necesidad que tiene una organización para poder sobrevivir en el tiempo a los cambios de su entorno. Introducía también la visión que ese entorno puede no atender necesariamente a causas deterministas (pensemos como afecto el reciente terremoto de Chile al precio del cobre o la decisión de Sadam Hussein de vender el petróleo en euros y no en dólares) o al menos bajo parámetros que están bajo nuestro control. Luego la capacidad de crear nuevas cosas para adaptarse a nuevos entornos es un hecho esencial en la organización.

Viéndolo así unimos los dos post. Por un lado el hecho que innovar a de tener como fruto algo que perdura y por otro lado la misión en la organización de perdurar por medio de sus actividades y los resultados de las mismas. Viéndolo así espero que parezca un poco más claro.

Ahora empezaremos a ver como lo hacemos, porque de maneras hay casi que una diferente para cada persona que se ha metido en esta aventura, pero lo que es bien cierto desde mi punto de vista que comenzar una actuación sin tener claro cual es el fin es algo que te puede llevar a perder los recursos que pongas. Comenzar a innovar sin saber para qué o por qué o confundiendolos con los objetivos con el mismo proceso es una perdida de recursos.

Y a partir de ahora veremos lo más curioso de la innovación, la mayor paradoja, que las organizaciones, que como hemos visto han de tener la innovación como una pieza fundamental de su ADN para poder sobrevivir, son organismos que están pensados para no innovar, están pensados solo para repetir hasta la saciedad lo mismo y de la misma manera, por lo tanto es necesario buscar formas para que ambas partes convivan y usen recursos comunes. Pero eso es el cómo

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