Normalmente contestar esta pregunta es algo complejo, en el fondo se trata de convencer a alguien de que haga las cosas de otra manera o de que haga otras cosas y claro ya lo dijo Newton: si quieres cambiar algo hay que aplicar una fuerzo, por si solo no lo hace.

Así que la respuesta a esta pregunta ha de generar la suficiente fuerza para impulsar el cambio, pero esto tiene una respuesta trampa que encierra al mismo tiempo la salida hacia un objetivo de innovación que encierra en si misma la entrada en una celda de la que ya no se sale. Pero vayamos por partes.

El objetivo de esta cápsula es doble por lo tanto, tener claro de donde sale la necesidad de innovar y ademas encontrar una razón, que no tan solo cree la fuerza para el cambio, sino que además sea un sistema sostenible que permita mantener constantemente ese estado energético necesario para innovar.Hace mucho tiempo el por qué se ha de innovar venía muy ligado al qué es innovar en el formato de la cápsula de ayer, es decir, hay que innovar porque hay que llegar a un nuevo mercado, ganar la participación en el existente o simplemente mejorar nuestra posición competitiva. Por lo tanto la lógica a vencer siempre era la misma: ¿Si estoy bien ya no necesito estar mejor?. No es mala idea.

Pero hace mucho tiempo la zoología y la biología estudian como los bichitos (perdón por usar términos tan poco científicos) aprendieron a sobrevivir y a perdurar en el tiempo. Y lo que nos han dicho es que cuando una raza no aprende a adaptarse a los cambios muere. Es la ley esencial de la vida.

En un mercado, en cualquier mercado, sino aprendes adaptarte a los cambios mueres, simple y llanamente dejas de estar. Con más o menos elegancia saldrás del mercado, pero saldrás.

Y la segunda parte, cambiar requiere un aprendizaje por lo tanto, aprender a cambiar cuando es una cuestión de vida o muerte es una mala gestión porque ya solo es una situación de cuanto tiempo vas a tardar en morir y cuanta “sangre” va a haber en esa muerte.

Por lo tanto aprender a cambiar, es decir, innovar, es una de las bases de la supervivencia (por favor, reitero que cuando utilizo el término innovar es el que definí en la cápsula anterior, de lo contrario alguien puede entender que solo los grandes sobreviven y eso no es cierto, hoy en día los pequeños tienen muchas posibilidades).

Esta respuesta, desde mi punto de vista es mejor que la anterior. En primer lugar, coloca a la innovación como una misión de la empresa y no como el objetivo de un proyecto o de una situación. Eso quiere decir, que la función sobrevive en el tiempo sin más, no solo porque hay una situación de crisis, por lo tanto la empresa ha de poner los medios para que esa función exista. Por lo tanto cumple las dos cualidades anteriores, genera energía para el cambio porque contesta la pregunta (la esencia de toda empresa es sobrevivir) y ademas hace que esa energía perdure en el tiempo.

Hay que innovar porque el entorno siempre está en constante cambio, porque aparecen nuevos competidores, porque cambian los valores del mercado o del cliente, porque cambian las tecnologías, porque cambian los mercados … Por que a pesar de lo que dicen los ingenieros, nada es determinista y lineal en esta vida y el azar juega un factor importante.

Por lo tanto innovar es vital, tanto como respirar. Pero ahora viene lo bueno, que evidentemente lo dejo para la cápsula de mañana, innovar requiere unas cualidades y unas habilidades que no son propias de un proceso productivo tal y como lo conocemos. Genial!!!, hemos llegado a lo que muchas veces ha aparecido en este blog: la disonancia. Dos mundos contrarios obligados a convivir para poder seguir existiendo.

Mañana seguimos con este hilo, pero la explicación que nos permitirá entrar en el como innovar tiene su origen en la biología, al igual que la explicación de hoy